De cara a la puesta en marcha de la nueva temporada de cursos deportivos en las instalaciones municipales, Santurtzi Kirolak ha ampliado el número de plazas que ofertará para las diferentes franjas de edades de las actividades acuáticas.

“Hemos hecho un esfuerzo muy importante en poder dar respuesta a la elevadísima demanda que hemos recibido este año, porque se han desbordado todas las previsiones que hasta el momento se mostraban suficientes para dar cobertura a las solicitudes en años anteriores”, ha señalado el concejal de Deportes, Danel Bringas. Se refiere el edil a la ampliación, en los dos polideportivos municipales, en un total de 56 plazas, pasando de las 324 de 2019 a las 380 totales de este, habiendo tenido que ampliar los grupos incluso a fines de semana, atendiendo a que el número de participantes por grupo está limitado por las actuales restricciones.

De esta manera, en la franja de 0 a 3 años se ofertan 110 plazas para bebés, prácticamente todas cubiertas; en la franja de 4-5 años hay 110 plazas -26 más que en ocasiones anteriores-; en el grupo de mayores de 6 años, en la que más se ha disparado la demanda, se ha aumentado la oferta en Iniciación a 8 grupos (antes 2 grupos), con 56 plazas más sobre la oferta anterior, y en Perfeccionamiento, otros ocho grupos (antes 5 grupos), incrementando 20 plazas sobre la oferta anterior.

Al margen, el Plan Escolar de Natación se pone en marcha este próximo 4 de octubre, con un total de ocho centros escolares que harán uso de las piscinas de ambos polideportivos, con aproximadamente 120 alumnos y alumnas de Infantil, 50 de Primaria y otras 15 del Aula Estable.

Llamamiento al uso responsable

Al margen del número de plazas disponibles para este curso deportivo, Bringas ha hecho un llamamiento a la necesidad de “ser responsables y solidarios, tratando de respetar la normativa y reduciendo la estancia en vestuarios lo máximo posible”. Así, han sido varias las medidas que se han dispuesto con el fin de facilitar que las personas usuarias tengan que estar el menor tiempo posible en las dependencias comunes, como la instalación de un mayor número de percheros y bancos en los pasillos o el hecho de que los y las monitoras duchen a los y las niñas después del cursillo, con el fin de evitar que lo tengan que hacer en las duchas de los vestuarios.

“Debemos apostar todos por poner de nuestra parte para que podamos seguir dando todos estos servicios minimizando los riesgos”, ha concluido Bringas.